La diuca es un ave cantora que se mueve ágil entre matorrales y no supera los 20 cm, mientras que el aguilucho, es una eficaz ave rapaz, una cazadora de más del doble del tamaño y su dieta incluye varias aves paseriformes, la misma familia de la diuca. La diuca sabe que en cualquier momento, podría terminar sus días como almuerzo de aguilucho.
Por muy pajarita que sea una diuca, mejor que no la pille pajareando un aguilucho.
Aun así, hay un momento de sus vidas en que literalmente, comparten la casa (y con familia incluida).
Cuando llega la época de criar nuevas generaciones, el aguilucho construye un gran nido leñoso en forma de copa abierta, mientras la diuca busca huecos o pequeñas cavidades para construir el suyo, y por muy improbable que parezca, la cavidad elegida podría estar dentro del gran nido del aguilucho.
El nido de esta rapaz se extiende por más de 80 cm de diámetro y entre sus ramas, pueden aparecer espacios o cavidades que resultan perfectas para una que otra pareja de diucas.
Así, mientras una pareja de aguiluchos pone sus huevos y alimenta hasta a cuatro crías durante meses, una familia de diucas vive el mismo proceso a centímetros de distancia ¡Dentro del nido del aguilucho!.
No se sabe por qué, ni cómo se establece esta tregua, pero cuando se trata de criar, la diuca y el aguilucho conviven en una perfecta armonía.
¿Has visto algo así?
La diuca no es la única ave que se ha registrado anidando dentro de un nido activo de aguilucho, ¿te imaginas cuál es la otra?
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